miércoles, 28 de noviembre de 2007

LITERATURA UNIVERSAL (1950-2000)


Antes de tratar de las relaciones que pueden entretener el surrealismo con lo “real maravilloso americano” cabe recordar, aunque brevemente, lo que son estos dos movimientos.
El surrealismo –o, como lo dice la Real Academia Española en su versión en línea, el superrealismo”- es según su definición un “ Movimiento literario y artístico, cuyo primer manifiesto fue realizado por André Breton en 1924, que intenta sobrepasar lo real impulsando con automatismo psíquico lo imaginario y lo irracional. ” A esta definición se puede añadir la del manifiesto de Breton (al que la Real Academia aparentemente tomó las palabras claves) : « Surréalisme, n.m. Automatisme psychique pur par lequel on se propose d’exprimer, soit verbalement, soit par écrit, soit de toute autre manière, le fonctionnement réel de la pensée. Dictée de la pensée, en l’absence de tout contrôle exercé par la raison, en dehors de toute préoccupation esthétique ou morale ». Es decir que con este texto fundamental y fundador, André Breton hace el proceso del realismo y de la lógica. Surgido del traumatismo de la primera guerra mundial, el surrealismo es una especie de rechazo del mundo tal como es. Proclama la “insurrección de la imaginación” mediante técnicas como la escritura automática, o con nuevas formas de narrar que ofrecen la posibilidad de tener otra visión del mundo, otra dimensión de lo real. En los años treinta, André Breton finaliza su teoría sobre el “azar objetivo” que constituye una nueva forma de ver el evento, de romper con la linealidad. El azar es “lo que sucede y que desobedece a lo que se esperaba, en la vida corriente como en la escritura” , y es gracias a ese fenómeno que “podía surgir así el mundo-otro de lo maravilloso”. Los surrealistas, por fin, experimentan la literatura como experiencia (no se sitúa únicamente en los libros, sino que también hay que vivirla), ofrecen “una alternativa que quería dar cuenta del poder del significante poético” y quieren terminar con el carácter contemplativo de la obra : el lector, cuando lee, se vuelve escritor.

domingo, 11 de noviembre de 2007

REALIDAD LINGUISTICA PERUANA


El Perú es un país multilingüe y pluricultural. No sólo se habla español, en la zona andina y amazónica se hablan, además, las llamadas lenguas amerindias (lenguas que existían desde antes de la llegada de los conquistadores peninsulares).

En la zona andina encontramos dos familias lingüísticas: la Quechua y la Aru. La primera familia está está constituida por una serie de dialectos que cubren veinte de los veinticuatro departamentos del Perú. La familia Aru está conformada por dos lenguas: la jacaru (o cauqui) y el aimara. La primera se habla en el distrito yauyino de Tupe (sur de Lima) y la segunda en el Collao (Puno y parte de Bolivia, principalmente).

En la zona amazónica hay aproximadamente 18 familias lingüísticas que contienen a una o más lenguas. Destacan las lenguas shipibo, aguaruna, bora y asháninka.

Las lenguas amerindias en el Perú, en especial en la Amazonia, están en proceso de extinción pues ceden el paso al castellano. Esta situación se debe a que no se aplica una política seria de conservación de lenguas.

martes, 30 de octubre de 2007

FAMILIA DE LENGUAS ANDINAS


Las lenguas andinas son lenguas amerindias que no están agrupadas por criterios genéticos, sino por criterios geográficos. Algunas de las lenguas andinas son:

Arabela
Mapudungun
Aymara o aimara
Chayahuita
Jabero
Quechua
Tehuelche

FAMILIA DE LENGUAS AMAZONICAS


La familia de lenguas zaparoanas es un conjunto de lenguas amerindias casi extintas habladas en las regiones amazónicas de Perú y Ecuador. El grado de diferenciación interna implicaría al menos 4.100 años de divergencia lingüística. Actualmente consiste de 5 lenguas, todas ellas en peligro de extinción o ya extintas. De acuerdo con la evidencia existente, otras dos lenguas ya extintas, el omurano y el aushiri, forman parte de la familia. El territorio de los hablantes de lenguas záparo se extiende entre los ríos Napo al norte, Tigre al sur y Amazonas/Marañon al sudeste. El núcleo original del protozáparo parece ubicarse en los alrededores de la actual ciudad de Iquitos.

miércoles, 17 de octubre de 2007

EL VANGUARDISMO


El término vanguardia procede del francés Avant-garde /ɑvɑ̃ gɑʁd/, un término del léxico militar que designa a la parte más adelantada del ejército, la que confrontará antes con el enemigo, la "primera línea" de avanzada en exploración y combate. Metafóricamente, en el terreno artístico la vanguardia es, pues, la "primera línea" de creación, la renovación radical en las formas y contenidos para, al mismo tiempo que se sustituyen las tendencias anteriores, enfrentarse con lo establecido, considerado obsoleto.
La vanguardia se manifiesta a través de varios movimientos de vanguardia, los ismos, que desde planteamientos divergentes abordan la renovación del arte, desplegando recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión artística, en teatro, pintura, literatura, cine, música, etc. Estos movimientos artísticos renovadores, en general gogmáticos, se produjeron en Europa en las primeras décadas del siglo XX y tuvieron su auge en Europa, desde donde se extendieron al resto del mundo, principalmente América del Norte, Centroamérica y América del Sur.
En España e Hispanoamérica, el vanguardismo reacciona contra el modernismo, cuyas innovaciones resultan insuficientes y caducas a ojos de los vanguardistas.
Vanguardia significaba innovar o liberar la cantidad de reglas y estamentos que ya estaban establecidos por los movimiento anteriores; por eso se dice que la única regla del vanguardismo era no respetar ninguna regla. La característica primordial del vanguardismo es la libertad de expresión, que se manifiesta de manera peculiar en cada uno de los géneros literarios y de la siguiente manera: en la narrativa, se diversifica la estructura de las historias, abordando temas hasta entonces prohibidos y desordenando todos los parámetros del texto narrativo; en la lírica se rompe con toda estructura métrica y se da más valor al contenido; en el teatro se producen también cambios.

EL MODERNISMO


En la historia de la literatura en lengua española, se conoce como modernismo a un amplio movimiento literario que se desarrolló entre los años 1880-1910, fundamentalmente en el ámbito de la poesía, caracterizado por su ambigua rebeldía creativa, su refinamiento narcisista y aristocrático, una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica, y el culturalismo cosmopolita.
Tradicionalmente se ha venido asociando el inicio del movimiento modernista, a la publicación, en 1888, de Azul..., de Rubén Darío, a causa de la innegable repercusión del libro en las literaturas hispánicas. Autores que participaron de una estética semejante y que publicaron en la primera mitad de la década, como los poetas cubanos José Martí y Julián del Casal, los mexicanos Manuel gutierrez Nájera y Salvador Díaz Mirón, el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, el peruano Manuel González Prada, el colombiano José Asunción Silva o el español Salvador Rueda, fueron considerados únicamente "precursores" del modernismo. La crítica actual, sin embargo, los considera autores plenamente modernistas. Luego hay autoras como Aurora Cáceres que dieron un toque feminista al movimiento. La segunda generación incluye poetas como José Santos Chocano, Amado Nervo, Alberto Alvarez de Cienfuegos Cobos y Alfonsina Storni.


miércoles, 26 de septiembre de 2007

MENSAJES SUBLIMINALES


Un mensaje subliminal es una señal o mensaje diseñado para pasar por debajo (sub) de los límites normales de percepción. Puede ser por ejemplo, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve que pase desapercibida por la mente consciente pero aún así, percibida inconscientemente. Esta definición asume una división entre lo consciente y lo inconsciente, prestándose a la confusión. Sería mejor decir que el mensaje subliminal (sonido o imagen) es percibido por las partes más profundas de la mente, concebida como una sola entidad integrada.
En la vida cotidiana, a menudo se afirma (con o sin evidencia) que se emplean técnicas subliminales con propósitos publicitarios y de propaganda.


ORIGEN DEL TERMINO

El término mensaje subliminal fue popularizado en un libro de 1957 titulado The Hidden Persuaders, de Vance Packard. Este libro detallaba un estudio llevado a cabo en el cine Fort Lee (Nueva Jersey) en el que supuestamente se habían insertado órdenes de beber Coca Cola y comer palomitas de maíz con incrementos en las ventas durante los intervalos (un 18% y 57%, respectivamente). Y aunque años más tarde el autor mismo del estudio, James Vicary desmintiera la veracidad del experimento, la mecha quedó encendida. En 1973, el libro de Wilson Bryan Key Subliminal Seduction (Seducción Subliminal) proclamó que las técnicas subliminales estaban siendo utilizadas ampliamente en la publicidad. El texto, contribuyó al clímax general de temor junto a las novelas de Orwell, acerca de los mensajes subliminales. La preocupación popular llegó a un extremo tal de llevar a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) a declarar la publicidad subliminal, "contraria al interés público", por su intención engañosa.


jueves, 23 de agosto de 2007

EL SIMBOLISMO


El origen del término se remonta al manifiesto publicado por J. Moréas en el suplemento literario de Le Figaro (18 de septiembre de 1886). El Simbolismo hunde sus raíces en la obra poética de Ch. Baudelaire, cuyas Flores del mal (1857) contenían ya en germen sus postulados esenciales: oposición declarada al realismo, al positivismo y al espíritu científico y concepción del mundo como un misterio que el poeta ha de desvelar alterando su inteligibilidad, suspendiendo el juicio lógico y penetrando en los dominios del ensueño y del subconsciente. La obra de Baudelaire, además, lograba la síntesis de las dos tendencias fundamentales del movimiento: una dimensión parnasiana, a través de la búsqueda de una belleza ideal, y otra decadente, manifestada en la atracción por lo artificial y lo perverso. En 1884 la novela de Huysmans A contrapelo y el ensayo de P. Verlaine Los poetas malditos dieron una celebridad tardía a S. Mallarmé, quien, a partir de 1886, celebró en su casa unas tertulias a las que acudían jóvenes como H. de Régnier y F. Viélé-Griffin. A estos nombres hay que añadir otros en los que Simbolismo y decadentismo van muy unidos: A. Rimbaud, Ch. Cros, T. Corbière y J. Laforgue. La fase de mayor actividad del movimiento se sitúa entre 1885 y 1897, cuando a las obras de sus miembros franceses vinieron a sumarse el teatro simbolista del belga M. Maeterlinck y los poemas de su compatriota E. Verhaeren. Tras la muerte de Verlaine (1896) y de Mallarmé (1898), el grupo perdió cohesión y tendió a dispersarse. Sin embargo, su herencia fue recogida por importantes escritores, como P. Claudel, P. Valéry y G. Apollinaire, y, a través de ellos, ejerció su influencia en los primeros movimientos de vanguardia. El Simbolismo también se incorporó a las diversas literaturas europeas (O. Wilde en Gran Bretaña, S. George en Alemania, K. Hamsun en Noruega, G. Brandes en Dinamarca) y renovó, de forma muy especial, el estancado panorama literario español, gracias a la influencia que ejerció en la obra del nicaragüense R. Darío.