miércoles, 17 de octubre de 2007

EL VANGUARDISMO


El término vanguardia procede del francés Avant-garde /ɑvɑ̃ gɑʁd/, un término del léxico militar que designa a la parte más adelantada del ejército, la que confrontará antes con el enemigo, la "primera línea" de avanzada en exploración y combate. Metafóricamente, en el terreno artístico la vanguardia es, pues, la "primera línea" de creación, la renovación radical en las formas y contenidos para, al mismo tiempo que se sustituyen las tendencias anteriores, enfrentarse con lo establecido, considerado obsoleto.
La vanguardia se manifiesta a través de varios movimientos de vanguardia, los ismos, que desde planteamientos divergentes abordan la renovación del arte, desplegando recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión artística, en teatro, pintura, literatura, cine, música, etc. Estos movimientos artísticos renovadores, en general gogmáticos, se produjeron en Europa en las primeras décadas del siglo XX y tuvieron su auge en Europa, desde donde se extendieron al resto del mundo, principalmente América del Norte, Centroamérica y América del Sur.
En España e Hispanoamérica, el vanguardismo reacciona contra el modernismo, cuyas innovaciones resultan insuficientes y caducas a ojos de los vanguardistas.
Vanguardia significaba innovar o liberar la cantidad de reglas y estamentos que ya estaban establecidos por los movimiento anteriores; por eso se dice que la única regla del vanguardismo era no respetar ninguna regla. La característica primordial del vanguardismo es la libertad de expresión, que se manifiesta de manera peculiar en cada uno de los géneros literarios y de la siguiente manera: en la narrativa, se diversifica la estructura de las historias, abordando temas hasta entonces prohibidos y desordenando todos los parámetros del texto narrativo; en la lírica se rompe con toda estructura métrica y se da más valor al contenido; en el teatro se producen también cambios.

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